jueves, 26 de julio de 2018

REVOLUCION FRANCESA Y DECLARACION DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE Y EL CIUDADANO La Revolución Francesa fue un proceso social y político que se desarrolló en Francia entre 1789 y 1799, cuyas principales consecuencias fueron la abolición de la monarquía absoluta y la proclamación de la República, eliminando las bases económicas y sociales del Antiguo Régimen. Si bien la organización política de Francia osciló entre república, imperio y monarquía durante 75 años después de que la Primera República cayera tras el golpe de Estado de Napoleón Bonaparte, lo cierto es que la revolución marcó el final definitivo del absolutismo y dio a luz a un nuevo régimen donde la burguesía, y en algunas ocasiones las masas populares, se convirtieron en la fuerza política dominante en el país. Acontecimientos relevantes La Revolución Francesa estalla en 1789, pero previamente a esa fecha se acumularon, durante el s. XVIII, circunstancias que la preparan y que podrían resumirse de la siguiente manera: 1) Aparición de una conciencia política representada por una clase social, la burguesía, que, estando en posesión de gran parte de la riqueza del país, quiere tener también influencia política. 2) Situación económica del Estado francés (en 1789 tenía un déficit de 125 millones de francos), cuyo Gobierno en crisis está incapacitado moralmente para una exigencia de impuestos ante el temor de la impopularidad. 3) Incapacidad del Antiguo Régimen para resolver los problemas nacionales e internacionales que una nueva época plantea. 4) Larga preparación ideológica en los “ilustrados”, quienes representaban un movimiento intelectual histórico que apareció en Europa durante el siglo XVIII, conocido como la “Ilustración”. Los ilustrados querían educar a la sociedad, porque una sociedad culta que piensa por si misma era la mejor manera de asegurar el fin del Antiguo Régimen. 5) Lucha por la independencia norteamericana, cuya Constitución empieza a regir justamente el mismo año en que estalla en Francia la Revolución, es decir, en 1789 6) Acción de la masonería, una logia que ya había tenido una enorme influencia en la independencia norteamericana (1776) y que fue responsable intelectual de la Revolución Francesa. La masonería se caracterizaba por su vocación antimonárquica y más específicamente, antiabsolutista y por promover la fraternidad humana. Aunque luego fue considerada una sociedad conspirativa, era por entonces un grupo de pensamiento, un espacio de reflexión e iluminación para católicos laicos, no católicos –hugonotes y protestantes, en donde se estudiaba y practicaba una metafísica inspirada en los textos bíblicos y siempre aceptando la disciplina de la Iglesia Romana, dentro de la cual coexistían distintas sensibilidades políticas. DECLARACION DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE Y EL CIUDADANO La gran revolución de alcance histórico fue la de los derechos del hombre y del ciudadano. En su doble vertiente, moral (derechos naturales inalienables) y política (condiciones necesarias para el ejercicio de los derechos naturales e individuales), condiciona la aparición de un nuevo modelo de Estado, el de los ciudadanos, el Estado de Derecho, democrático y nacional. Aunque la primera vez que se proclamaron solemnemente los derechos del hombre fue en los Estados Unidos (Declaración de Derechos de Virginia en 1776 y Constitución de los Estados Unidos en 1787), la revolución de los derechos humanos es un fenómeno puramente europeo. Será la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano de la Asamblea Constituyente francesa, realizada el 26 de agosto de 1789, la que sirva de base e inspiración a todas las declaraciones tanto del siglo XIX como del XX. Pero sobre todo, es un texto atemporal, único, separado del texto constitucional y, por tanto, con un carácter universal, a lo que hay que añadir la brevedad, claridad y sencillez del lenguaje. De ahí su trascendencia y éxito tanto en Francia como en Europa y el mundo occidental.

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